Justicia de sanación y marcos de seguridad holística

La justicia de sanación y la seguridad holística son estrategias que han surgido y evolucionado en torno al trabajo organizativo que se basa en un lugar en particular. Son conceptos y prácticas que nosotres, como financiadores, estamos viendo más y más en muchas comunidades culturales y en distintos espacios de movimientos.

Durante las últimas dos décadas, se ha visto un aumento de movimientos que reconocen el impacto del trauma intergeneracional, al igual que los impactos de la violencia sistémica, opresión y guerra que las comunidades han sufrido por generaciones. Les organizadores se rehúsan a separar el reconocimiento del impacto traumático de la violencia estatal de sus estrategias y así construir poder colectivo con el fin de abolir esa violencia. Hemos visto un aumento en las solicitudes de apoyos que nombran la necesidad de más recursos que abordan conflictos dentro de las organizaciones y los espacios de movimiento, capacitaciones de seguridad, espacios de sanación y acceso a personas que ejercen la salud transformadora; para aprender sobre tradiciones de sanación y el trabajo de parto; y para entender las tradiciones medicinales de comunidades ancestrales de todo el planeta. Vemos que las organizaciones se preguntan: ¿Qué hicimos para sobrevivir el genocidio, la guerra, la violencia y los desastres naturales? ¿Y qué podemos hacer ahora?

Les organizadores y sanadores han estado presentes y han ofrecido cuidado en los movimientos por mucho tiempo, aunque no necesariamente lo llamaban justicia de sanación. En 2006, Kindred Healing Justice Collective, una red de sanadores polítiques, profesionales de salud y organizadores en el sureste de los EE. UU., comenzaron a usar el término justicia de sanación como un marco para identificar las maneras que podemos responder holísticamente e intervenir en el trauma y la violencia generacional. Y para elevar las prácticas individuales y colectivas que pueden transformar la opresión en nuestros cuerpos y vidas colectivas, particularmente relacionado a las experiencias de vida en el sureste de los EE. UU. y el Sur global. Estes organizadores del Sur, personas Negras, indígenas, mujeres racializadas, LGBTQI y aliades, conectaron las realidades del trauma generacional con las historias continuas de esclavitud, genocidio y desapoderamiento económico basado en la economía de la esclavitud y la colonización. A raíz de estas historias, el marco de justicia de sanación resalta las prácticas de resiliencia y supervivencia que se enfocan en la seguridad y el bienestar emocional, físico, espiritual, ambiental y mental colectivo de las comunidades. Estas prácticas abordan el impacto de la violencia y el trauma, incluso la violencia interpersonal, sistémica y generacional, y promueven nuestra seguridad, sostenibilidad y bienestar colectivo. Cuando se integran a las estrategias del movimiento, estas prácticas nos apoyan como organizadores y comunidades, con el fin de priorizar nuestra seguridad y cuidarnos entre sí para nuestra supervivencia a largo plazo.

Más o menos al mismo tiempo, les activistas de los derechos humanos de la mujer alrededor del mundo estaban abordando preguntas similares, hablando entre sí sobre la seguridad más allá de las fronteras y los continentes. Elles desarrollaron el marco de la seguridad holística, el cual nombra el bienestar psicosocial, físico y digital, y las diversas estrategias de seguridad como componentes fundamentales del trabajo de los movimientos. En contraste con el enfoque individualista tradicional hacia la protección y la seguridad, les activistas feministas, muches de les cuales estaban conectades con el Fondo de Acción Urgente por los derechos humanos de las mujeres, empezaron a reclamar el bienestar como algo subversivo y político. De esta manera se expandió de forma radical los conceptos individualistas de la seguridad para centrar el cuidado y la resiliencia colectiva. Igual que la justicia de sanación, la seguridad holística se enfoca específicamente en el contexto y se basa en un lugar especifico, responde a las necesidades y los desafíos particulares de una comunidad o movimiento y son les activistas quienes la definen por sí mismes. La seguridad holística también se distingue a través de un fuerte enfoque en la seguridad digital, el cual destaca la gestión de datos e información no solo como un componente crucial de la seguridad general sino también como acto de empoderamiento político.

La protección colectiva surge de una reflexión y honramiento de prácticas tradicionales de cuidado (indígenas y afro). Esto es distinto a cómo la seguridad se entiende en el occidente usualmente, donde mayormente solo se preocupa por la protección individual. Por ende, desde esta perspectiva no-occidental, la seguridad holística se fundamenta tanto en la protección de la persona individual y de la comunidad por medio del colectivo”.

Tatiana Cordero, Fondo de Acción Urgente— América Latina

Tanto la justicia de sanación como la seguridad holística responden a patrones de abuso y opresión sistémica que refuerzan el control sobre nuestros cuerpos, bienestar y culturas, así como sobre nuestra capacidad de transformar nuestras condiciones. Ambas dependen de una interacción entre la seguridad y el bienestar como partes integrales de nuestra libertad y liberación política.

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